El laberinto andaluz

Tras los sorprendentes resultados en las elecciones andaluzas, a primera vista parece que que va a haber un gobierno tripartito de la derecha; pero no tiene porqué ser así; hay otras muchas opciones. En primer lugar, podría gobernar el PSOE; después de todo, el PP siempre ha defendido que debería de gobernar la lista más votada; y ya sabemos que los del PP son gente seria y de palabra; no como el PSOE que dice que convocaría elecciones y aún estamos esperando \;-P. Además, son contrarios a los gobiernos Frankenstein.

Otra opción sería que el PSOE gobernara en coalición con el PP. ¿Complicado?; bueno, si no gobierna con el PSOE, tendrían que hacerlo con Cs y Vox; y no se si les conviene dar alas a quienes le están pisando los talones y quitando quitado votos. Y más estando las generales cerca. Es lo que le falta al PP para cavar su tumba, después de la excelente campaña que le ha hecho Pablo Casado a Vox.

Otra opción sería que el PSOE repitiera gobierno con Cs; pero este, puede que le exija a cambio, hasta incluso la presidencia de la Junta de Andalucía; todos están de acuerdo que los andaluces han votado cambio. Pero el PSOE puede jugar esa baza poniendo a Cs ante el dilema de o apoyarles, o gobernar con Vox alejándose del centro (cosa que a nivel nacional no creo que le agrade) o que se repitan las elecciones. Y repetir elecciones solo beneficiaría al PSOE; puesto que podría ocurrir que, ante el avance de la derecha, los que se han abstenido reaccionen y voten al PSOE. Incluso puede que la gente de izquierda se concentre en el PSOE hundiendo a Podemos un poco más.

Tanto el PP como Cs van a presentar a sus respectivos candidatos pidiéndole al PSOE que les apoye o si no serán los culpables de forzarlos a gobernar con Vox. Aunque el PP ya ha manifestado que no le importa gobernar con la ultraderecha. Ellos harían gobierno con quien sea que les permita seguir teniendo contables como Bárcenas.

Los de Vox están, lógicamente eufóricos. Habrá un “efecto Podemos” y ante las expectativas de éxito, les van a llover los tránsfugas, tanto del PP como de Cs.

En fin, todas las posibilidades están abiertas. Y no solo a nivel andaluz.

POR FIN, NO ES NO

¡Cómo han cambiado las cosas! (a mejor). Tenía 15 años cuando me trasladé a vivir a Alicante, desde mi Ronda natal. Mis amigos me envidiaban:

• ¡Tio, seguro que en Alicante ya hay discotecas! (Ese mismo año, las acababan de inventar)
• En cuanto llegue a Alicante, lo primero que voy a hacer es localizar una discoteca y hacerme socio – les decía yo – Iré todos los días y a la discotecaria, le pediré los discos que quiero oir.

Pensábamos que las discotecas eran como las bibliotecas, pero con discos. Y si en una biblioteca hay bibliotecarias, en una discoteca habría discotecarias.

Pues no. Resultó que una discoteca no era lo que me pensaba. Allí ponía los discos que le daba la gana el “pincha-discos” y la gente se limitaba a bailar, ligar y beber. Mi gozo en un pozo.

No volví a una discoteca hasta los 18-19 años en los que la llamada biológica al “amor” me obligó a ello. A mediados de los setenta, si querías “ligar” no te quedaba otra que ir a una discoteca a “acosar” mujeres. Un coñazo, para un tímido como yo. Y es que, en aquellos tiempos se decía que “Una señora, cuando dice ‘no’ quiere decir ‘tal vez’, cuando dice ‘tal vez” quiere decir ‘si’ y cuando dice ‘si’ es que no es una señora”. A sí que todas decían “no” y te tocaba insistir (en fin: un marronazo).

Y allí me planté; junto a la barra de una discoteca; vaso largo de coca-cola en mano simulando un whisky, agitándolo para hacer tintinear los cubitos de hielo y esperando en vano que fueran ellas las que tomasen la iniciativa. Y nada.

Por cierto; como se me solía aflojar el tornillo que sujetaba el cristal de mis gafas, un día se me ocurrió pedir un destornillador al camarero que había tras la barra.

• Oye, ¿tendrías un destornillador por ahí?
• Aquí tiene – me dijo, mientras ponía un vaso con un líquido de color dentro.
• ¿Qué es eso? – le pregunté
• El destornillador que me ha pedido.
• No, pero si es para apretar el tornillo de las gafas que se me ha aflojado – le dije.

Aquél, tras lanzarme una mirada fulminante, tomo el vaso y arrojó su contenido al fregadero antes de darme tiempo a decirle, “¡no importa, me lo bebo!”

Como decía, allí me encontraba yo agitando el vaso y poniendo cara “de interesante”, mientras miraba de reojo el panorama a mi alrededor.

De pronto, veo que un grupo de chicas miran hacia donde yo me encuentro, mientras cuchichean algo al oído. Miro a izquierda y derecha por si es a otro al que miran y ¡estoy solo!, ¡es a mí a quien miran! Apoyo un codo en la barra, agito con más fuerza mi coca-cola “on de roks” y arqueando una ceja, pongo cara más interesante aún, a ver si se deciden a tomar la iniciativa. ¡Pero nada! ¡que no viene! ¡tengo que ser yo quien tome la iniciativa!, ¡mierdas!

Me dirijo hasta ellas, arrastrando los pies como si tuviera zapatos de plomo.

Mientras me acerco escucho que dicen: “Que viene, Mari, que viene”.

Al llegar a su altura, sacando valor le pregunto a una de ella: “¿Bailas?” y me responde: “No”

No te puedes imaginar el cubo de agua fría que sentí sobre mi cabeza. ¡Con lo que me había costado llegar hasta allí!.

• Pues nada, hasta luego – les digo. Y mientras me alejo oigo que dicen: “¡Será gilipollas, el tío! ¿pues no le digo que no, y se va?

¡Pues no le digo que no, y se va!, dice. Entiendo el castellano perfectamente, y no es no en toda tierra garbanzos.

En fin, que dejo la copa en la barra y me voy para casa con la moral por los suelos. Llego a mi habitación y mirándome el culo en el espejo de cuerpo entero que tenía tras una de las puertas de mi armario ropero (en aquella época pensaba que a las chicas les gustaba los culos pequeños como llevaban los torerillos), le pregunto a mi madre.

• ¡Mamá!, ¿crees que tengo el culo gordo?
• ¿Qué dices?
• ¿Qué si tengo el culo gordo?
• ¡Tú eres tonto, niño!

Ahora los tiempos han cambiado. Ahora, por fin, no es no y está mal visto acosar a las mujeres. ¡Qué suerte tiene esta generación! Si tuviese veinte años, me iría a la discoteca, me sentaría a esperar que sean ellas las que agiten el vaso, vengan a preguntarme si quiero bailar, para decirles que “no” y se vayan a casa a mirarse el culo.

Abandono podemitas, por el problema catalán

Parece razonable el pensar, que a los ciudadanos nos debería preocupar más lo que pasa en nuestra comunidad, que lo que pasa en Cataluña.
Parece razonable el pensar, que a los ciudadanos nos debería preocupar más llegar a fin de mes, la sanidad, o la educación de nuestros hijos, que el color de las banderas que ondeen en los edificios oficiales catalanes.
Parece no entenderse bien que mientras las empresas abandonan Cataluña los catalanes sigan empeñados en la independencia (¿mas vale morir de pié que vivir de rodillas?)
Parece no entenderse bien que el paro que azota Andalucía no movilice a los andaluces, como moviliza el "a por ellos".
Pero yo me pregunto: ¿Podemos se tiene que preocupar de lo que le preocupa a la gente, o la gente se tiene que preocupar de lo que diga Podemos?. ¿Podemos se tiene que preocupar de lo que le preocupe a la gente, aunque sean asuntos que no son de su comunidad o los anteponga a la situación económica de su casa... o la gente se tiene que preocupar de lo que diga Podemos, porque Podemos sabe que es lo realmente debería preocupale a la gente?

Invito a mis compañeros a reflexionar sobre esto.

Un amigo mio, residente en Madrid, ha venido a Alicante a pasar las navidades. Me contaba que había abandonado la militancia en Podemos, por su apoyo al independentismo catalán. Otro ciudadano equivocado porque, siendo madrileño, se preocupa de lo que pasa en Cataluña en vez preocuparse de lo que pasa en Madrid. Debería preocuparse de lo que le diga Podemos.
Pero eso no es lo más grave. Lo más grave es que, siendo de Podemos Y ACTIVO, ¡estaba convencido de que Podemos apoya el independentismo catalán!. También me he enterado, que muchos militantes de Podemos en Cataluña, han abandonado estas filas ¡POR NO APOYAR EL INDEPENDENTISMO!

¿COMO ES POSIBLE, QUE MILITANTES ACTIVOS DE PODEMOS, NO TENGAN LA MENOR IDEA DE LA POSTURA DE PODEMOS RESPECTO A LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA?
Hay quien dirá que la prensa, de derechas y manipuladora, está dando un mensaje confuso. ¿Seguro que es culpa de la prensa?. ¿Seguro?. ¿También en la época de Internet y siendo un partido que domina magistralmente las redes sociales?. ¿Seguro que es culpa de la prensa cuando somos un partido CON CÍRCULOS ante los cuales nuestros representantes rinden cuentas regularmente?

Una "anecdota". En pleno conflicto catalán, nuestro Secretario General Autonómico, Antonio Estañ y otros cargos, vinieron a la sede de Podemos en Alicante a hablar de la financiación valenciana. Al llegar el turno de preguntas, otro ciudadano equivocado, de esos que no se preocupan de lo que deberían preocuparse, hizo una pregunta sobre el tema catalán. Estañ, respondió... los justo y por compromiso e insistió en hablar de lo que nos corresponde: la Comunidad Valenciana. Y claro; cuando lo único que le llega al ciudadano; incluso si es militante de Podemos es la versión de la prensa de derechas, ¡como nos puede extrañar que la gente abandone Podemos!

En resumen: los podemitas catalanes abandonan Podemos porque creen que el partido apoya al gobierno central, y los podemitas no catalanes abandonan Podemos porque creen que el partido es proindependentistas y si ambos van a preguntar, se les dice: ocupate de tu comunidad y de las cosas importantes (según el criterio de la dirección del partido).


Mientras estoy escribiendo estas líneas, me llega la noticia, por la prensa (cómo no) que Podemos plantea cambiar de nombre de cara a las próximas elecciones. ¡Otra vez los militantes nos tenemos que enterar por la prensa!, ¡Y como si cambiando de nombre, se solucionaran los problemas!. Aunque la mona se vista de seda...

No es cuestión de cambiar de nombre, ¡ES CUESTIÓN DE SABER TRANSMITIR EN MENSAJE! ¡POR LO MENOS A LOS MIEMBROS DE PODEMOS!. ¡Por las redes y por los circulos! ¡COMO MÍNIMO! Y se es a toda la ciudadanía, a través de los medios, entonces ya sería ¡la léche!

¡COMUNICAMOS COMO EL CULO!